domingo, 30 de enero de 2022

Carro de guerra de Shyish

Los autos locos llegan a la Herrería del Reik para reparar el chasis y continuar su intrépido viaje.

Esta es la primera entrada del año, un carricoche conducido por un hechicero del Saber de la Muerte y su acólito. Y como dijo uno que se hacía llamar noséqué el Gris: "...un mago nunca llega tarde, ni pronto. Llega exactamente cuando se lo propone."

Estoy ESPECIALMENTE contento por haber dado carpetazo a este artilugio que tenía rondando la mesa de pintura desde hace meses, y os voy a explicar el porqué.

Todo comenzó, como casi siempre, revisando las búsquedas de "cosas imperiales" que tengo configurada en Wallapop. He de matizar que mi lista de búsquedas se ha reducido drásticamente, y el motivo no es otro que el hecho de haberlas conseguido ya. Pero el caso es que estaba buscando un carrichoche altar de guerra de Sigmar de 8º edición, y sus variantes del Saber de la Luz y de los Cielos también. Para qué engañarnos, quería hacerme con las tres versiones.

Estoy absolutamente convencido de que sabéis a qué miniaturas me refiero pero no voy a pasar la oportunidad de compartir las fotos oficiales de Games Workshop sobre ellas.

Altar de guerra, incluye al tito Volkmar el sonrisas.

Huracanum Celestial, muy fan de los artilugios con cuerpos celestes danzando sobre el carricoche.

Luminarca de Hysh, abrasa con su mirada.

Estuve unos meses a la caza de alguno de estos y literalmente, cuando aparecían, volaban. Había anuncios que siempre estaban disponibles pero a precios tan elevados que no compensaba comprarlos de segunda mano. La espera se demoró casi un año y estuve a punto de desistir cuando apareció uno con buen precio. Las fotos daban a entender que estaba en condiciones más que decentes y en la descripción indicaba claramente que faltaba el techo del carro, solo esa pieza. Pensé que era una tara muy fácilmente superable, un trozo de cartón pluma cortado a medida sería más que suficiente, sobre todo teniendo en cuenta la cantidad de piezas y detalles que iba a cargar sobre él.

Pues todo perfecto entonces. Lo compro. Al cabo de los días me llega. Y plof, baño de realidad. Faltaba el techo, como bien describía el artículo, pero eso de estado "en buenas condiciones"... la cosa no estaba tan bien. De hecho algunos detalles laterales del carricoche estaban como derretidos. Lo que correspondería al alféizar de un lado de ventanas estaba literalmente arrancado. Bajón total. Recurrí rápidamente a comprobar las fotos del anuncio. Y ahí estaba todo, los desperfectos se apreciaban levemente, si ampliabas la imagen. Pero entre el ansia y que las fotos no eran nada del otro mundo, con poca luz y tal, quedaba muy bien disimulado.

Zoom de los principales desperfectos. Parecía que un ácido correoso nurglesco había rociado todo el sagrado lateral del carricoche. Pero todavía más corroído quedó mi estado de ánimo, snif!

No es la primera vez que veo algo así. Una vez compré una unidad de caballeros de la Reiksguard viejunos y había dos caballos que estaban con las grupas un poco derretidas, como achancadas. Eran originales, pero por esta malformación en ciertas partes parecían un poco más pequeños. La sensación es la de haber aplicado una fuente de calor al plástico, o de haberlos almacenados es trasteros en azoteas en zonas cálidas durante años. En fin, historias warhameriles y moñecos.

Vuelvo al carro. Aquí comenzó esta odisea, con este primer GRAN ERROR que fue comprarlo, y con una gran frustración inicial (cometí dos GRANDES ERRORES con este proyecto, el segundo lo describo más adelante).

Estudiando la miniatura en mano también me di cuenta de que el techo de cartón pluma quedaba un poco tosco y que tampoco disponía de tantas piezas específicas como para encajar bien el Luminarca (porque venía con esta opción montado). Y ya fue la caída de moral total.

Pero oye, no me iba a dejar hundir por esta tremenda decepción. Total, me había costado 22€ y ya contaba con que iba a meter horas de chapa y pintura al carricoche, solo tenía que replantear el proyecto y meter más horas de chapa de las previstas.

Lo primero que hice fue corroborar que todo era material original. Llevo años trabajando el plástico de Games Workshop, no sé distinguirlo de otros, pero sí sé distinguirlo de la resina y de otros plásticos de menos calidad. Y lo que puedo asegurar es que el plástico es bueno, se trabaja (corta, taladra, pega, pinta, etc.) muy bien, idéntico al del resto de miniaturas. Así que solo puedo pensar que es original y que su anterior dueño le otorgó un trato poco sano.

Esta fue la base para pensar en un nuevo escenario ya que tenía cero preocupaciones de trabajarlo en modo hardcore. Descarto la idea de convertirlo en un altar de Sigmar, Huricanum o Luminarca, porque obviamente me iba a hacer con ellos tarde o temprano. He de decir que un par de meses después apareció una caja para AoS que traía un Luminarca y un Huracanum. La pedí en tienda amiga con descuento y al final me pude hacer con ellos por unos 28€ cada uno. En matriz, completos, sin desperfectos, con olor a plástico nuevo y con decenas de bits sobrantes. Una verdadera gozada :D

Para orientar la conversión, empecé a hurgar entre las cajas de matrices y vi que tenía partes del Jardín de Morr y otros accesorios de fascículos del Mortal Realms. Fue entonces cuando se me encendió la fulminante llama morada de Shyish en la mente.

Criptas, rejas, rosas y calaveras. Señor Morr, ¿qué más se puede pedir?

Me puse a trastear un poco las matrices y vi que el techo del carricoche, que ya sabía desde antes de comprarlo que no lo tenía, era exactamente del mismo ancho que el pequeño campanario que aparece en la imagen sobre estas líneas, rodeado con rojo. También descubrí que la cripta pequeña (señalada en verde) también tenía un ancho similar al de la estructura del carricoche, con lo que se convertiría en un genial remolque. Y por último, entre el pequeño campanario y la cripta, unas rejas oxidadas con calaveras incrustadas para darle sentido y unidad al artilugio, en amarillo.

Las ruedas taladradas para incrustar el enganche a la peana y darle solidez a la estructura. Al fondo, el chasis de la cripta creado con listones cuadrados de madera.

Al fondo de la imagen de arriba se ven la minis que luego "cobraron vida" en esta entrada anterior: Espadachines de Altdorf y portaestandarte de batalla a caballo.

Para sellar la entrada a la cripta y a falta de puerta, tablones pegados de forma desenfadada pero con ritmo y composición estudiada, ¡faltaría más! Remato la parte final con esas escaleritas tan chachis que le dan un toque protocolario y señorial al invento.

Otro detalle es la llama que corona el campanario. Esto es de otro fascículo de Mortal Realms, un brasero que venía con la estatua de Sigmar.


Las bestias de tiro originales son unos caballos con barda preciosos, me parecían demasiado pulcros para incluirlos en este tétrico carro. Decidí aprovechar los caballos originales para otros personajes individuales y actualizar sus monturas.

En mi mente, la idea que manejaba era que las bestias de tiro del carro de Shyish deberían provocar miedo nada más verlas. En un primer momento pensé en semigrifos. Los caballeros en semigrifos vienen modelados con posiciones muy estáticas, de hecho no me gusta la miniatura en sí (aunque el concepto de las mismas me flipa). La alternativa que pensé fue utilizar los semigrifos "adolescentes" que venían como perros de caza de los Stormcast, también tenía algunos de ellos de la colección de Mortal Realms. Los puse como bestias de tiro y quedaban ridículos. Muy pequeños para tirar de un carricoche convencional. Aún más ridículos si pensamos que debían arrastrar también una cripta de piedra. Por lo que descarté la opción de semigrifos.

También pensé que las bestias de tiro podrían ser flagelantes. Cuatro me parecían pocos para tirar de semejante armatoste, seis era el número ideal pero la peana me quedaría excesivamente larga y no quería exceder los 150x50mm que tenía pensado inicialmente. Además, el concepto de flagelantes tirando de un carro lo tengo ya esbozado para otras "fechorías" imperiales.

Se me estaban agotando las ideas para las monturas y ante situaciones desesperadas, medidas desesperadas. ¿Por qué no usar monturas fantasmagóricas para transmitir esa impresión tan propia del Colegio Ámbar? ¡Buena idea! Espera, ¿herejía? Que sea el propio Morr el que nos juzgue. Y volví a recurrir a un fascículo del Mortal Realms en el que venían estos impresionantes jinetes fantasmagóricos.

Me encantan, súper dinámicos.

Utilizaría solo las monturas, los jinetes directos a la caja de restos. Pero eso no es un problema, siempre puedo utilizarlos para representar espectros encadenados, sometidos, purgados... en alguno de mis pequeños dioramas que utilizo a modo de rellenadores. 

Reuní todos los elementos y tenían mucha coherencia estética. Me dispuse a montar todas las piezas e ir remantando detalles y pequeñas ideas. Una de ellas, por ejemplo, fue añadir más calaveras al carro. Como ya podéis sospechar nunca son suficientes. Las tengo de la matriz de calaveras de Games Workshop, un pack que he utilizado en multitud de ocasiones y del que todavía me quedan decenas y decenas de bits.


Me dispuse a montar las diferentes partes del carricoche sobre la base, utilizando también un hechicero multicomponente que creé con la iconografía del Saber Amatista. Y este fue el resultado.

Peana 150x50mm.


El chapapote del suelo es pintura texturizada de Vallejo, del tipo asfalto fino, que para suelo terroso da un resultado la mar de bueno.


Al acólito ahí enganchado, espada en mano, lo he bautizado como Dominik. Es muy simpático el tío y con un sentido del humor bastante suspicaz... su personalidad ya fluye por mi mente xD

Al acólito lo compuse con uno de los jinetes que descarté de los caballos espectrales. Lo único que hice fue cortar la cara al fantasma y colocarle una cabeza imperial. Le añadí un torso y piernas de soldado imperial de 5º edición. A modo de detalle, le puse un libro colgando bajo la joroba, un reloj de arena y un pergamino enrollado al cinto, bits de la caja de flagelantes de plásticos. Y con todo ello, ya tenía la conversión finalizada.



El concepto del carro es algo así como "Un artilugio similar al Luminarca/Huracanum pero del Colegio Amatista, que es capaz de deshacer la brujería que controla los no muertos a decenas de metros a la redonda."

Y claro, los caballos fantasmagóricos tirando de este artilugio... En mi cabeza... el sentido que tiene es que son bestias invocadas por un brujo/a pero que han sido sometidas y "amansadas" momentáneamente por el hechicero para anularlas y destruirlas. Pero ya que están en su poder, las aprovecha para una función determinada. El fin es justificar el plan de este magíster. Tengo que señalar también que estoy componiendo un pequeño relato de trasfondo sobre la creación de este carro, pero todavía me queda perfilarlo y maquetarlo.

Me desvío del tema, vuelvo al carro. El caso es que estas bestias espectrales han sido arrebatadas del control de un nigromante y sometidas a la voluntad del hechicero. Y la manera de representarlo es mediante unas toscas cadenas. Coloqué este detalle a los caballos y los até a un postigo incrustado en la parte delantera del carro (ver fotos más abajo). 

Una vez montado todo el carricoche con las bestias de tiro espectrales, tripulantes y otros detalles, me di cuenta del siguiente GRAN ERROR que cometí en este proyecto. Que fue el de montar, taladrar y anclar todas las piezas entre sí y a la base, sin pintarlas. Otra vez el ansia de ver convertido mi primer error en algo factible y atrayente me hizo no "ver" que después de montarlo hay que pintarlo.

Los espacios interiores del carro y de la cripta eran tan angostos para los pinceles que lo iba a pasar muy mal si no quería ir partiendo piececitas constantemente durante el pintado. Y realmente, el pintado fue un P*TO dolor de cabeza. Sin más, comparto las fotos de la miniatura ya terminada.









Sobre los colores utilizados, básicamente parto del morado como el color base y referencia del Viento de Shyish. El carro tiene ese color con variantes de tono. El hechicero y el acólito siguen esta línea y les añado el azul para complementarlo. La cripta gris simulando piedra y los tejados del mini campanario, las ruedas y de la cripta son color cobre con efecto correoso.


Los caballos espectrales en verde fantasmagórico y algunos de sus huesos visibles en color hueso. Obvio. Como nota de color adicional, las rosas en rojo intenso y algunas luces a los tonos cobres con dorado muy luminoso.

El símbolo del Viento de Shyish. No es gran cosa pero me está gustando esto de pintar dibujillos en libros.


La peana de los caballos espectrales la corté lo suficiente como para garantizar el correcto agarre a la base, aprovechando también los estupendos detalles con los que vienen decoradas.

Definitivamente, no sé utilizar el Nihilakh Oxide de Citadel para representar óxidos azules en los metales.


El magíster que lidera esta cabalgada es Lord Wartezeit, un viejo y poderoso hechicero del Saber de la Muerte.

Detalle del pintado de las monturas y de las cadenas. En este punto también comentar que los orificios que ya traían las monturas para encajar a los jinetes, los enmasillé para convertirlos en rasgaduras de los ropajes espectrales. O simplemente, los tapé completamente.

Este es el poste que comenté antes al cual van atadas las cadenas que amarran las bestias de tiro.

Este es el faldón deteriorado que mostré al principio de esta entrada. Con el trabajo de pintura se disimula un poco. E incluso resalta el toque "cochambre" que tiene el carro en sí.

El magíster Lord Wartezeit inmerso en la preparación de sus sortilegios.

¡Dominik! El intrépido y leal acólito de Lord Wartezeit.

Espero que os haya gustado. Ha sido todo un requiebro de cabeza comprar, idear, conversionar y pintar este proyecto. Pero estoy muy contento con el resultado. Espero que os haya resultado interesante, seguiré viendo miniaturas y conversiones de otros usuarios para seguir creciendo mis ejércitos imperiales. Saludos!


6 comentarios:

  1. Me gusta muchísimo este carro!!!
    Sacar adelante estas compras que te llegan como te llegan es un placer doble (acabar un proyecto y restaurar una mini) aunque el trabajo acostumbra a ser tmb doble.
    Un lujo de diseño y de finalización.
    Un saludo

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    1. Ey Serviorco, muchas gracias! Te encuentras cada cosa de segunda mano... y este carro no es lo peor a lo que me he enfrentado :D Y tienes razón, la labor de restauración es doblemente gratificante. Saludos!

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  2. Eres muy máquina. Sigues con el nivelón, todo queda perfectamente encajado. El detalle del ayudante es chulísimo ahí agazapado en un carro a todo trapo. Me trae un aire a caravana circense, algo así como una caravana mortuoria que peregrina por los pueblos más pobres y profundos de las montañas y bosques imperiales, dando esperanza y paz.

    Personalmente, sobre el pintado creo hubiera intentado diferenciar los personajes, del carro con colores diferentes para conseguir contraste y hacer que los personajes "salgan". Igual que funciona contrastar piel-ropas en una miniatura, creo que funciona contrastar personajes y vehículos.

    Funciona con los caballos pero creo que el mago y el ayudante se quedan un poco ocultos ante la inmensidad del carro.

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    1. Luis, gracias por tus palabras! También pensé en darles otros colores para diferenciarlos pero no lo tuve nada claro. Quería que se identificaran como vinculados al Viento de Shyish (morado) y no me vino a la mente la forma de hacerlo y diferenciarlos a la vez del carro. Y la conversión en sí me supuso un arduo trabajo, mucha lima y masilla para los encajes hehehe. Saludos!

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    2. Una posibilidad hubiera sido escoger por un lado morado rojizo con granates y marrones (cálidos) para el carro por ejemplo, y morados azulados con azules y verdes(fríos) para los personajes. El morado es un color muy chulo porque su gama va de los frios a los cálidos dando unas tonalidades temendamente diferentes con poca variabilidad tonal.

      De cualquier manera, es genial el trabajo.

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    3. Tengo que explorar los tonos de morado hacia el lado cálido. Gracias y saludos!

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